¡La multiplicación de la compasión de Jesús, ese es el milagro!

Partes de la homilía del Obispo Melitón Chávez:

Lo que nosotros llamamos comúnmente la multiplicación de los panes, que lo poquito alcanzo para todos y simplemente lo llamamos un milagro, porque solo Jesús podría haberlo hecho.

No fue una demostración de poder, sino una manera que tenía Jesús para enseñar con la palabra y con los signos. Toda la vida de Jesús era enseñanza.

Los enfermos ocupaban todo el tiempo de Jesús, en ellos Él veía un signo de su creación. Estamos hablando de hace más de 2.000 años y hoy la humanidad está prácticamente en la misma situación, porque a pesar de haber desarrollado tecnologías por todas partes, estamos en una situación semejante a aquella.

Le pedimos a Jesús “Señor si quieres puedes curarme”  y Jesús se hacía cercano. Él se compadeció de los enfermos y mientras enseñaba sanaba y  mientras sanaba curaba, su enseñanza era también una sanación del alma.

Jesús les dice a los apóstoles “Denles de comer ustedes mismo” y pone en problemas a los apóstoles, como nos pasa a nosotros en nuestros días, cuando tenemos que darle una mano a alguien y decimos no tengo, o alguien necesita que la escuchemos y decimos que no tengo tiempo, cuando hay alguna injusticia o algo relacionado a lo político, no nos comprometemos  y Jesús nos dice, ustedes háganse cargo.

Esa es la gran enseñanza de Jesús, se trata de no lavarse las manos, no desentendernos sino compartir la compasión de Jesús. Él no era solamente palabrita nada más, no vino a hacer un comentario sobre esta realidad, hoy es muy común los comentarios en especial en las redes sociales, en un celular, sabemos de todo y quien es malo y quien es malo.

Jesús ha venido a cambiarlo todo, todo lo que no está de acuerdo al proyecto de Dios.

“Denles de comer ustedes mismo” solo tenían 5 panes y dos pescados, Jesús hace que la gente se siente y no dijo hagan fila, primero los más importantes y después los menos importantes, primero los que son de este partido, no, háganlo que se sienten.

Jesús nos demuestra que ellos, los pobres son los importantes, la gente que no tiene nada que se pasó buscando la salud, que escuchaban la palabra de él, ellos son los importantes, los señores.

¿Cuál es el milagro?

Ver como la mano de Dios hace presente, cuando hay interés, cuando hay amor, cuando hay servicio, y esto es lo que hace que queramos compartir todo, cambiando la mentalidad, la forma de pensar, la forma de vivir, siendo más humano, más sensibles ¡ese es el milagro!, esa es la multiplicación de la compasión de Jesús.

Nosotros no podemos dejar de lado esta directa relación que tiene esta multiplicación de los panes, con la eucaristía. La eucaristía es un milagro de amor, no por nada Jesús quiso quedarse con nosotros bajo la forma de pan. Es el signo del compartir, del amor.

La eucaristía no es solamente para que uno se sienta bien, tomamos a la comunión como un calmante, yo quiero la comunión sino me siento mal. La comunión no es para tranquilizarme, es para intranquilizarme en cierta forma, para cuestionar mis propias actitudes, ¿Qué estoy haciendo por los demás? ¿Estoy sirviendo realmente?

Nosotros también tenemos que ser como Jesús, tenemos que poner el cuerpo, tenemos que dar la vida por los demás. Tengo que servir.

Jesús nos enseña que a este mundo lo cambia, no la súper abundancia que promete la sociedad de consumo, sino que a este mundo lo salvan los más pobres.