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Mons. Díaz: “Es tiempo de reflexionar, de pensar en qué cosas nos hemos equivocado para llegar al punto de tener un 50% de pobres en nuestro país”

“Una nación no son números, no somos contribuyentes a un sistema económico, somos sobre todo personas que necesitan ser amadas, valoradas y respetadas”, algunas de las reflexiones del Obispo José Antonio Díaz en el Tedeum del 25 de Mayo en Concepción.

RELIGION 25 de mayo de 2024Vientos Tucumanos NoticiasVientos Tucumanos Noticias
Monseñor José Antonio Díaz Tedeum
El Solemne Tedeum fue celebrado por el Obispo José Antonio Díaz, Vientos Tucumanos te comparte el mensaje.

Los actos por la Revolución de Mayo de 1.810, a 214 años de la misma, de desarrollaron en el interior de la Iglesia Catedral de la Diócesis de la Santísima Concepción, por el mal tiempo (lluvia en Concepción).

El Solemne Tedeum fue celebrado por el Obispo José Antonio Díaz.

A continuación el mensaje del Obispo en esta tradicional fiesta patria. 

Celebramos hoy con gratitud la iniciativa y la determinación de iniciar un camino de libertad poniendo los pilares de nuestra nación que es la decisión de ser libres, de ser autónomos y tenemos derecho a vivir en ese contexto de autodeterminación a elegir a nuestras autoridades, a proyectar nuestro futuro en esta autodeterminación se juega la posibilidad también de equivocarnos pero también de levantarnos y de corregir nuestros errores.

Creo que estamos en esta etapa de darnos cuenta, de reflexionar de pensar en qué cosas nos hemos equivocado para llegar al punto de tener un 50% de pobres en nuestro país y reconocer que necesitamos cambiar con mucha sencillez pero con autenticidad esa condición de ser un pueblo no nos reduce a una cantidad de bienes económicos que tenemos que administrar es sobre todo una comunidad, una comunidad nacional que tiene que autodeterminarse como lo hizo desde el principio en el centro de nuestra vida democrática está la persona humana con su dignidad que debe ser reconocida y respetada a celebrarse 75 años de la declaración de los derechos humanos por las Naciones Unidas la Iglesia dio la oportunidad de resaltar la importancia y la centralidad de la dignidad humana y por ello la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe emitió una declaración sobre este tema y distingue cuatro aspectos de esa misma condición de dignidad humana.

tedeum 2El Solemne Tedeum, contó con la presencia de autoridades nacionales, provinciales y municipales   

En primer lugar una dignidad ontológica que para quienes pudieron haber leído algo de filosofía es como el sustrato mismo de la condición humana esa dignidad ontológica se expresa en una dignidad moral en una dignidad social y en una dignidad existencial el sentido más importante,  permanece como se ha argumentado hasta ahora el vinculado a la dignidad ontológica que corresponde a la persona como tal por el mero hecho de existir y haber sido querida, creada y amada por Dios. Esta dignidad no puede ser nunca eliminada y permanece válida más allá de todas las circunstancias en las que pueden encontrarse los individuos.

Cuando se habla de dignidad moral se refiere al ejercicio de la libertad por parte de la criatura humana esta condición moral en un contexto de libertad conlleva decisiones, determinaciones de la persona y de la comunidad en este contexto aparece la conciencia que permanece siempre abierta a la posibilidad de actuar en contra de esa dignidad que ha recibido y en ese juego de autodeterminación, de libertad y de conciencia los seres humanos vamos creciendo en conciencia de dignidad y en respeto mutuo. Al hacerlo el ser humano se comporta muchas veces de un modo que no es digno de su naturaleza creada por Dios.

 Las otras dos posibilidades tienen que ver con lo social y lo existencial cuando hablamos de dignidad social nos referimos a las condiciones en las que vive la persona en la pobreza extrema por ejemplo,  cuando no se dan las condiciones mínimas para que una persona viva de acuerdo con esa dignidad ontológica se dice que la vida de esa persona pobre es una vida indigna, indigna en sus condiciones, esta expresión no indica en modo alguno un juicio hacia la persona al contrario, quiere destacar el hecho de que su dignidad inalienable se contradice por la situación en la que se ve obligada a vivir y la última excepción, la dignidad existencial hoy se habla cada vez más y con mayor frecuencia de una vida digna, de una vida indigna y con esa expresión nos referimos a situaciones de tipo existencial por ejemplo al caso de una persona que aún no faltándole aparentemente nada de esencial para vivir por diversas razones le resulta difícil vivir en paz vivir en la alegría, vivir con esperanza en otras situaciones es la presencia de enfermedades graves de contextos familiares violentos,  de ciertas adicciones patológicas y de otros malestares que lo llevan a alguien a experimentar su propia condición de vida como indigna frente a la percepción de aquella dignidad ontológica que nunca puede ser oscurecida,  las distinciones aquí introducidas, en todo caso no hacen más que recordarnos el valor inalienable de esa dignidad ontológica enraizada en el ser mismo de la persona humana.

tedeumEl obispo José Antonio Díaz, celebró el tradicional Solemne Tedeum en la Catedral de la Diócesis de la Santísima Concepción  

Que subsiste más allá de toda circunstancia y reconocer esto es poner a la persona humana en el centro de todo lo que nosotros hacemos por el bienestar de nuestro pueblo si todos estamos de acuerdo si todos estamos incluidos en esta convivencia democrática, si todos vivimos en condiciones dignas si todos somos tratados dignamente, sin duda que tendremos un país que viva en paz que viva en armonía porque se hace justicia, la justicia está justamente basada en la consideración de la persona y esa persona es su valor más alto que es la dignidad recibida por parte de Dios.

Entre los atentados contra esta dignidad humana aparecen como ya mencionamos la pobreza que la quiero resaltar como uno de los fenómenos que más contribuye a negar la dignidad de tantos seres humanos que viven en extrema pobreza, no solo en nuestro país sino en todo el mundo y otras situaciones que estamos viviendo que lo vivimos de una manera pequeña en nuestro país pero a gran escala a nivel mundial la guerra que nos preocupa pero que también se traduce en violencia en violencia contra las mujeres, en violencia que se traduce también como inseguridad en nuestro contexto en el atentado contra la vida humana de los inocentes desde el momento de la concepción, el descarte que se hace de los ancianos y de las personas con discapacidad, la trata de personas, la situación de los migrantes por mencionar solamente algunas situaciones indignas y de trato indigno que nosotros damos en este contexto democrático.

 Quizás porque nos hemos olvidado de que en el centro está la persona que una nación no son números, no somos contribuyentes a un sistema económico, somos sobre todo personas que necesitan ser amadas, valoradas, respetadas, resguardadas y que deben crecer y desarrollarse a partir del estímulo fundamental que es el amor, que es el valor que le hace consciente a la persona quien es, de donde viene, hacia donde va nuestra patria.

 Entonces lejos de ser reducida a un cúmulo de problemas económicos, socioeconómicos tiene que empezar a pensar en un desarrollo humano más integral en donde aparezcan aspectos fundamentales como ser la dignidad humana y el trato que se le debe a los pies de la Virgen le pidamos a ella que nos ayude a vivir en armonía, en paz y con un trabajo, hecho con honestidad podamos contribuir al crecimiento de nuestra nación.

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