Sanatorio Dulce Espera Los Alisos: La difícil labor médica en épocas pandémicas

En la semana del Prematuro, pudimos dialogar con la médica y edil concepcionense Raquel Nievas, quien junto al Dr. Juan Manuel Irarrazabal iniciaron esta empresa familiar hace 18 años, para conocer sobre el trabajo que realiza el sanatorio en tiempos de COVID-19. La realidad, contada en primera persona. 

SEMANA DEL PREMATURO

"Desde hace  unos cuantos años el sanatorio viene invirtiendo fuerte en cuanto a la salud de manera privada, principalmente en lo que es  la ÚNICA NEONATOLOGÍA DEL SUR de la parte privada, reitero. Esto es algo muy importante de destacar en nuestros 18 años de vida.

Cuanta con la dirección además del Dr Barros Sosa, referente de esta rama dela medicina en toda Latinoamérica. Por ejemplo, es él quien maneja las 3 neo más importantes de la provincia, Clinica Mayo de la capital tucumana, El Parque y de la Dulce Espera Los Alisos. Tiene un conocimiento gigante, referente principal en todo el noroeste del país, se capacita y diserta a demás profesionales, entonces es un lujo y un plus, un valor agregado de nuestro sanatorio para toda la comunidad del sur de la provincia. Estamos muy conformes y felices con nuestro plantel médico”.

MEJORAS

"La neo nuestra tiene capacidad para albergar a 14 neonatos con todas las comodidades y atenciones necesarias. El año pasado sin ir más lejos, se inauguró un nuevo sector de aislamiento que tiene capacidad para 5 niños más de Bronquiolitos (niños con patología complicada, que produce complicaciones respiratorias similares a las que produce hoy el Coronavirus en los adultos) por eso es un avance muy importante para todo el sur. Requiere internación, aislamiento, otras enfermeras y personal hasta su recuperación para que no puedan contagiar o afectar a los otros 9 neonatos (capacidad total de 14 en el sanatorio) 
La neonatología es una especialidad cerrada, cara, donde el médico debe mantenerse en ese servicio y no salir. Guardias de mucho tiempo, y mucha vocación. Son pocos y es muy costoso. Un respirador cuesta más de un millón de pesos, por ejemplo, de los cuales muchos estamos debiendo y pagando inmersos en créditos y demás”. 

CORONAVIRUS

"Tuvimos un periodo de aprendizaje como todos, pero nos pusimos al servicio de nuestra comunidad. Nos costó porque gran parte del sanatorio es materno-infancia pero también más de medicina general de adulto. Veníamos con este tema y nos daba miedo el ingreso de pacientes por eso tuvimos que desdoblar el sanatorio, llevar al personal a una metamorfosis mental para que cada vez más tengamos más vocación de servicio aún.

Fuimos mejorando con el tiempo, junto a nuestro personal con una curva de aprendizaje y exigencias importantes. Cuando hablamos de COVID no se olviden que hablamos de soledad y miedo, pero no sólo del paciente sino del personal médico, nos enfrentamos todo el tiempo ante un virus mortal. Así aprendimos que pudimos salvar muchísima gente con nuestra atención y esfuerzo”.