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Mons. Díaz: “El cristiano no puede jugar con su fe, no puede decir hoy estoy con una iglesia, mañana con otra iglesia y hacer una religión a la carta”

Pedro reconoce que solo Jesús tiene palabras de vida eterna. Es importante hacer una elección íntegra por seguir a Jesús y a la iglesia católica, evitando el sincretismo y el relativismo en la fe. Afirmó Mons. José Antonio Díaz.

RELIGION 25 de agosto de 2024Vientos Tucumanos NoticiasVientos Tucumanos Noticias
Mons. Díaz
Mons. Díaz: Es importante hacer una elección íntegra por seguir a Jesús y a la iglesia católica.Él es el centro de nuestra vida y es la razón por la cual yo soy cristiano y es la única razón por la cual lo sigo y permanezco en la iglesia.

La Homilía de Monseñor José Antonio Díaz, en la Iglesia Catedral de la Diócesis de la Santísima Concepción, en la Ciudad de Concepción:

Hemos estado leyendo durante estos domingos el capítulo sexto del Evangelio de Juan, el discurso del pan de vida, en el que Jesús se presenta como el pan vivo bajado del cielo. El que coma de ese pan vivirá eternamente y el pan que él dará es su carne para la vida del mundo. 

Es un lenguaje que, dicho en ese contexto, en el contexto de esa época, incluso si nosotros hubiéramos estado en ese momento, seguramente hubiéramos tenido ciertas reticencias para aceptar, porque lo hubiéramos interpretado literalmente como se escucha, comer la carne de Jesús, beber su sangre. Pero Jesús les aclara que en realidad se trata de que son palabras dichas desde el espíritu y dichas en un contexto de sacramentalidad como luego los discípulos lo entenderán en el momento de la última cena o los discípulos de Emmaus lo entenderán en el momento de la fracción del pan. 

Es un lenguaje que está haciendo referencia a una presencia sacramental que comienza desde el momento de la resurrección. Su presencia es en espíritu y en verdad. Pero ocurre una crisis de fe a raíz de esto. Y la crisis de fe ocasiona que los discípulos comiencen a irse, a separarse de Jesús. A pesar de todo lo que escucharon, a pesar de todo lo que vieron, sin embargo, ellos se comienzan a alejar. Y por eso les pregunta a los apóstoles, ustedes también quieren irse. Con lo cual el Señor nos está diciendo, esto no obliga a nadie, es una elección. Si bien es un llamado, porque Dios nos llama, es una elección que cada uno tiene que hacer. Y es lo que escuchamos en el libro de Josué. Josué llama, reúne en Siquem a todas las tribus de Israel, convoca a los ancianos de Israel, a sus jefes, a sus jueces, a sus escribas y les plantea esta cuestión, ¿Qué van a hacer? ¿Van a seguir a los ídolos o van a seguir a Yahvé? 

Y para fundamentar la elección comienza a recordarles todo lo que había sucedido a lo largo de la historia, desde que el pueblo de Israel es hecho pueblo caminando en el desierto. Y adquieren conciencia de su condición de pueblo justamente caminando por el desierto. Y lo que ocurre con Pedro también es un indicio de cómo debemos fundamentar esta elección. Por un lado, dice Pedro ¿a dónde vamos a ir? Que es una mirada que hace él de decir, a ver, ¿qué opciones tenemos? Y él no descubre otra opción porque se ha dado cuenta que Jesús tiene palabras de vida eterna, que es la razón positiva. ¿A dónde vamos a ir? Solo tú tienes palabras de vida eterna. Esto es muy importante porque cuando se nos da a nosotros la posibilidad de revisar nuestra fe y tener que volver a tomar una decisión de seguir o no seguir al Señor, yo tengo en primer lugar que mirar la historia y descubrir cómo Dios me ha estado acompañando a lo largo de toda la vida. Y que quizás un momento de oscuridad no puede borrar todo un camino que nosotros vinimos haciendo como personas y como pueblo. 

Mons. Díaz 2

Mons. José Antonio Díaz en su "Homilía" de este domingo, donde se refirió a "Que solo Él tiene palabra de vida eterna" 

Y que por lo tanto yo debo descubrir las razones de mi fe, en dónde están enraizadas esas razones, que las tenemos que descubrir en la historia como lo hace José, pero también desde una perspectiva personal en donde yo descubro que solo Jesús tiene palabras de vida eterna. Esto nos abre a una cuestión que ya la venimos diciendo y que nunca es suficiente recordarlo, que el cristiano no puede jugar con su fe. No puede decir hoy estoy con una iglesia, mañana estoy con otra iglesia, hoy cambio una parte de la fe y hago una religiosidad a la carta como diciendo esto elijo, esto no elijo. ¿Aceptamos completamente a Jesús o no lo aceptamos? Pero esto de jugar a medias y tratar de acomodar las leyes de Dios a mis preferencias o a mis conveniencias no está bien. 

Y es algo que viene relacionado con el sincretismo que va creciendo en el mundo, con el relativismo que ha alcanzado no solo la conducta moral sino también con el pensamiento y también con la fe. Y algunos dicen da lo mismo. Y cuando uno les plantea a algunas personas por qué haces esto de ir al culto evangélico, de traer a los chicos a la catequesis, de bautizarlos aquí y después hacer actos de pertenencia a otras iglesias, dicen da lo mismo. Y en ese da lo mismo se revela una poca conciencia de la gravedad de lo que significa cambiar de fe, modificar mi sentido de pertenencia. Cuando esto pasa estoy manifestando que en realidad yo no tengo en claro la importancia que tiene adherir a la persona de Jesús y adherir a la iglesia católica. Con lo cual estamos diciendo necesitamos revisar a ver si mi opción por Jesús es una opción íntegra o es una opción por partes. Elijo esto solamente porque esto me gusta de Jesús. Reduzco la fe nada más que algunas frases de Jesús o lo que yo creo o interpreto que debe ser. Pero voy sacando a la iglesia del medio, me voy quedando solo con la figura de Jesús y con algunas cosas que Jesús dijo, porque si hiciéramos una opción completa por Jesús yo tendría que aceptar que Jesucristo ha fundado a la iglesia católica y que las otras iglesias han aparecido en la historia, las otras iglesias cristianas han aparecido en la historia como una ramificación de ella. 

Prueba de esto es que yo puedo decir en la iglesia católica como por la sucesión apostólica puedo ligar la presencia de los apóstoles que luego por sucesión alcanzan a los actuales obispos de la iglesia católica. Lo puedo ligar, cosa que no se puede realizar con las otras iglesias. Es decir, el fundamento apostólico le da raíz o entronque en la persona de Jesucristo que eligió a los apóstoles y los envió. Y por eso a ellos también en particular les pregunta, ustedes también quieren irse. Como diciéndoles, ustedes tienen que tomar una decisión. Y Jesús sabía quiénes eran. Es lo que dice el texto, Jesús sabía a quién había elegido y sabía que entre los que había elegido había uno que lo iba a entregar, otros que lo iban a negar, otros que iban a salir corriendo en el momento de la cruz. Eso lo sabían perfectamente. Y sin embargo Él continúa con su plan porque la iglesia no está fundada en las virtudes de cada uno de sus miembros. Está fundado en la persona de Jesucristo. Y a pesar de nuestros errores y equivocaciones, la fidelidad de la iglesia depende fundamentalmente de la persona de Jesús. 

Y en segundo lugar aparece esta carta del apóstol Pablo a los cristianos de Éfeso en donde aparece una cuestión tanto controvertida respecto de términos que se usan y que eran propios de esa época. Cuando se dice, por consideración a Cristo, las mujeres a su propio marido deben respetarlo o deben estar sometidas porque el varón es la cabeza de la mujer. Esa frase que ha generado dificultades para entender, hay que entenderlo en el contexto en el que se dijo. Maxime hoy con toda la sensibilidad que hay respecto de este tema. Lo que sí queda claro es que la palabra sometimiento tiene que ver con una cultura. Para nosotros tiene otro significado. Pero sí el apóstol Pablo quiere dejar en claro que es el respeto lo que cuenta. La mujer debe respetar a su marido y su marido debe amar a su mujer. Son términos un poco más acordes a la cultura actual. 

Los dos deben respetarse, los dos deben amarse, los dos deben caminar juntos porque son iguales, tanto el varón como la mujer, con roles quizás distintos, diferenciándose con características particulares. Pero lo que no debe faltar es el reconocimiento de la dignidad del uno y del otro y sobre todo la erradicación de la violencia verbal y la violencia física que es justamente lo que hoy aparece como más escandaloso o más dañino en el contexto de la sociedad en la que vivimos. Pero lo que está intentando decir Pablo es que la relación del varón y la mujer tiene que hacerse sobre la imagen o el prototipo de Jesús y la iglesia. Y así como Jesús ha dado su vida por la iglesia, así también el varón debe dar su vida por su mujer. Y ahí se acomodan los tantos, porque ahí ya no estamos poniendo a uno por encima de otro, sino uno al servicio del otro. 

Que esta semana que comienza podamos nosotros reflexionar sobre todo en este capítulo sexto del Evangelio de Juan, si lo podemos revisar, volver a leer y volver a descubrir que Él es el centro de nuestra vida y es la razón por la cual yo soy cristiano y es la única razón por la cual lo sigo y permanezco en la iglesia. 

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