“Las manos maternales de María tienden a unir a los hijos, que no se disgusten ni se peleen y si lo hacen puedan pedirse perdón”

La Virgen de la Merced en el atrio del Templo Histórico de Medinas en el primer minuto de este 24 de septiembre, en el tradicional saludo a los feligreses 

En esta noche que viene gente de tantos lugares, que hemos salido de nuestro hogar con la esperanza hoy de venir a agradecer y a pedir a la madre y si ustedes la observan a ella siempre observen a ella miren a ella y van a encontrar este gesto maternal que tiene en sus manos, gesto maternal cobijando ese gesto maternal de acunando a sus hijos a cada uno de nosotros nos está llamando a su presencia a su vida y en esas manos maternales llama también que nuestras vidas se unan en ella pero no sólo en ella sino también que nuestras vidas puedan ser compartidas entre nosotros. Nos llama a vivir en la unidad, la caridad, en la solidaridad, las manos maternales de María tienden a eso a unir a los hijos, que los hijos no se disgusten ni se peleen por cualquier cosa y si lo hacen puedan pedirse perdón, las manos de la madre reúnen a los hijos dispersos, ella hoy nos quiere reunir a nosotros pero también llevarnos a aquel del cual ella ha sido la gran testigo de la salvación, es aquel que le dijo mujer ahí tienes a tu hijo, hijo aquí tienes a tu madre aquel hijo que ha dado la vida para que nosotros tengamos vida y esa vida sea vida eterna.

El Padre Daniel Flores, actual párroco del Templo Histórico de Medinas, en su homilía en el inicio de los festejos por el día de la Virgen Generala de Ejercito 

No una vida cualquiera, no una vida de derroche sino que sea verdadera vida, la madre cuando nos mira nos cobija nos enseña además de protegernos además de cuidarnos nos conviene nos cobija en su regazo para que todos nosotros también podamos sentir el latir, el sentir y el querer de ella podamos conocer en el encuentro con ella que es también lo que su hijo quiere de cada uno de nosotros, María de la merced hoy nos invita también a conocer a su hijo a Jesús por quien todos nosotros hemos sido redimidos y cada uno de nosotros ha sido pensado desde siempre, para siempre y por siempre en el corazón misericordioso de cristo, en el corazón misericordioso derramando la sangre en la cruz, la madre hoy quiere que todos sus hijos empiecen a dejar de lado aquello que produce dolor aquello que produce enemistad y rencor, la madre hoy quiere entregarnos a su hijo en esos brazos en esas manos cobija al hijo pero no sólo es para ella, lo entrega y aquel día cuando ella dijo si hagas en mí según tu palabra fue también para Dios poder hacerse carne en su vientre para toda la humanidad y desde allí nunca más podemos decir que somos huérfanos, porque tenemos una madre, tenemos un padre en el cielo tenemos un salvador y tenemos un redentor cristo Jesús, que es también hermano nuestro todos nosotros hemos venido con una inquietud en nuestro ser más profundo, en nuestro corazón.

Así luce el Templo Histórico del también pueblo Histórico de Medinas