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“Hay personas que pueden hacer mucho bien sin pertenecer a la iglesia católica. El reino de Dios excede los límites de la iglesia católica”

El Obispo de la Diócesis de la Santísima Concepción, Mons. José Antonio Díaz, dijo en su homilía, “La iglesia no es una secta. La secta es un grupo cerrado. Un grupo que no solo no permite salir, sino que además no permite entrar”

RELIGION 30 de septiembre de 2024Vientos Tucumanos NoticiasVientos Tucumanos Noticias
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Mons. José Antonio Díaz, Obispo de la Diócesis de la Santísima Concepción en la Iglesia Catedral en Concepción.

Homilía de Mons. José Antonio Díaz: 

Queridos hermanos, antes de abordar el comentario sobre lo que considero que es la temática de este domingo, no solo yo lo considero, sino que además está resaltado en la misma palabra de Dios, solo para mencionar está el peligro de las riquezas, o más bien de las riquezas mal habidas, de la acumulación de riquezas de una manera injusta, desproporcionada, entre unos que tienen mucho y muchos que tienen poco, y entre esos que tienen poco hay muchos que no tienen casi nada. Y esa advertencia que hace Santiago es muy real y muy actual. Lo que supuestamente estaría destinado, porque los bienes están destinados para ser universales, es decir, que todos tengan lo suficiente para vivir dignamente, está acumulado en un porcentaje mínimo de la humanidad. Y esto, por supuesto, con todo lo que significa el obstáculo para el desarrollo de las personas. 

El otro punto que aparece como fuerte es, si tu mano es ocasión de pecado, córtala, si tu ojo es ocasión de pecado, arráncalo, si tu pie es ocasión de pecado, córtalo, etc. No se está refiriendo a que hay que mutilarse en el cuerpo. Orígenes, que era un hombre muy exigente, lo había interpretado literalmente y se mutiló. Pero esa no es la intención, obviamente. Se trata de cortar con la mirada más que los ojos, porque lo que constituye un pecado, propiamente, no es el órgano físico, sino el corazón, la intencionalidad. Y eso sí debe ser arrancado del corazón. 

secta 1Septiembre es el mes de la Biblia, durante todo el mes estuvo en un lugar privilegiado en cada celebración Eucarística   

El otro tema que aparece es el tema del escándalo. Quien escandalizara a uno de estos pequeños que tienen fe, sería preferible para él que le ataran al cuello una piedra de moler y lo arrojaran al mar. Y también esto debe ser interpretado adecuadamente, porque no se trata de andar matando gente porque cometió errores en la vida, sino de ayudarlos a la conversión. Sin embargo, el apóstol y el Señor quieren marcar la importancia que tiene el hecho de ser obstáculos, el escándalo es un obstáculo para el desarrollo de la fe de los más pequeños. 

Y también aparece la recompensa. Les aseguro que no quedará sin recompensa el que les dé de beber un vaso de agua por el hecho de que ustedes pertenecen a Cristo. Yendo al tema, propiamente, de este domingo, y decimos que es el tema del domingo, porque no sólo está enunciado en el Evangelio, sino que la primera lectura, que es en donde la Iglesia suele poner el acento, coincide con la temática planteada en el Evangelio. ¿Y cuál es esa temática? Que de pronto Juan ve que hay algunos que expulsan demonios en el nombre del Señor y tratamos de impedírselo porque no es de los nuestros. Y Jesús le dice, no se lo impidan porque nadie puede hacer un milagro en mi nombre y luego hablar mal de mí. Y el que no está contra nosotros, está con nosotros. Esto queda subrayado, resaltado, con la primera lectura del libro de los números en donde Dios le dice a Moisés que reúna a 70 ancianos en la carpa porque él les iba a dar parte del espíritu de Moisés. Y él lo hace. Pero había dos que no habían estado en ese momento y sin embargo andaban profetizando por ahí. Entonces Josué se acerca a decirle a Moisés que les impida hacer eso. Y Moisés les responde, ¿acaso estás celoso a causa de mí? Ojalá todos fueran profetas en el pueblo del Señor porque él les infunde su espíritu. 

secta 2Los jóvenes forman parte de un equipo de Liturgia de la Palabra, en el cual se preparan permanentemente 

De esa manera queda formulado lo que me parece es el centro de reflexión que podríamos ir profundizando durante toda la semana. Puntualmente hay que decir, la iglesia no es una secta. La secta es un grupo cerrado. Un grupo que no solo no permite salir, sino que además no permite entrar. Y los discípulos podían tener esta tentación porque ellos ya andaban preguntando como hemos escuchado el domingo pasado quién era el más importante, quién era el más grande. Ya comienza a perfilarse la tentación de un grupo cerrado. Y Jesús les comienza a enseñar que en realidad Dios ha esparcido la semina verbi, las semillas del verbo en todas las culturas como enseña el concilio vaticano II. Y que por lo tanto en todas las culturas hay cosas muy buenas que rescatar. Y hay verdades que van como empujando a encontrarse en una sola verdad que es la verdad de Dios. Dios no solo como verdad sino las verdades que Dios nos ha enseñado. Y esto aparece, aparecen en todas las culturas y en la sociedad. Por lo tanto, es bueno preguntarnos en qué medida nosotros estamos atentos y abiertos suficientemente a identificar esos signos de Dios en todas las culturas. Por un lado. Por otro lado, hay personas que pueden hacer mucho bien sin pertenecer a la iglesia católica. En el concilio vaticano II se habla claramente de que la iglesia católica subsiste en este concepto mucho más amplio que es el reino de Dios. 

El reino de Dios excede los límites de la iglesia católica. Y por eso la iglesia católica no puede encerrarse y decir solamente los que pertenecen a la iglesia católica se van a salvar. No es así. Porque Dios ha depositado en la conciencia del pueblo y en las distintas culturas el deseo de la salvación y la búsqueda de la salvación. Y si bien no son las obras las que nos salvan, sin embargo, en las obras uno puede descubrir la sinceridad o la integridad de la persona a la hora de responderle a Dios. Y para nosotros esto es muy importante. Sobre todo, en un tiempo en donde la iglesia católica no es la única obra de Dios.

sectaLas lecturas dominicales en Iglesia Catedral son leídas por jóvenes  que se preparan en el equipo de Liturgia de la Palabra 

Donde está muy en juego el tema de la identidad. Y tenemos la tentación de que, por subrayar la identidad católica, vamos como cerrándonos en grupos pequeños y en grupos que no aspiran a la salvación de todos, sino más bien a resguardar la fe católica. Podemos hacerlo, obviamente, pero la mejor manera de resguardar la identidad católica es darle una dimensión misionera y no volver a la sensación de miedo que tenían los apóstoles luego de la pasión y muerte del Señor y estaban resguardados, guardados diríamos, encerrados por temor a los judíos. El cristiano católico tiene, justamente porque es católico, tiene que tener un corazón abierto a todos y por lo tanto está llamado a rezar por la salvación de todos y de paso escuchar a todos, que es algo que el Santo Padre nos ha indicado en este tiempo de sinodalidad, este mes, próximo mes de octubre, se van a culminar las reuniones y sesiones respecto al sínodo sobre la sinodalidad y el Papa está impulsando esta actitud de escucha entre todos. El liderazgo que debe asumir y afrontar la Iglesia Católica en un tiempo de tanta complejidad y confusión requiere también de esta actitud, no de imponer la propia verdad, sino la actitud de poder dialogar y encontrarnos con aquellos que piensan distinto. Esto es muy importante porque nuestra identidad tiene esta doble dimensión. 

secta 3Mons. José Antonio Díaz fue el celebrante de este domingo el último de septiembre en Iglesia Catedral 

Por un lado, necesitamos adherirnos más fuertemente a la persona de Jesús, que es quien nos da identidad, pero por otro lado necesitamos abrirnos al mundo porque estamos enviados al mundo. Nosotros estamos llamados a vivir en plenitud la comunión con el Señor, pero por otro lado enviados a anunciar el Evangelio. Y esa dimensión profética puede que de pronto aparezca en escenarios insospechados, inesperados. Y Jesús nos invita a reconocerlo. Nadie que haga milagros en mi nombre después puede hablar mal de mí. El que no está contra nosotros está con nosotros. Y charlando y conversando, por más que hayan personas que no comulguen plenamente con la fe católica, pueden tener algunas semillas de verdad. Y uno se da cuenta de esto cuando comienza a conversar y no hay que tener miedo al diálogo. Pero claro, para esto hay que estar bien formado. Yo no puedo ir a discutir o hablar o a dialogar, que es la palabra más apropiada, o a dialogar con los que piensan distintos o con los que tienen otra fe, si yo no estoy suficientemente formado, preparado, si no he estudiado, si no he rezado, si no me siento plenamente identificado con mi fe. Pero tenemos este problema que el cristiano católico muchas veces ha descuidado su formación. No estudia y no adhiere al magisterio de la iglesia. Y hay determinados temas que son muy fuertes y sin embargo el cristiano católico lo pone en tela de juicio o dice no sé. Y en esto tenemos un serio inconveniente que es la adhesión cordial. Porque una cosa es adherir a una doctrina y algunos creen que es simplemente repetir algunas fórmulas. Pero es la adhesión cordial a Jesucristo. Y Jesucristo ha fundado a la iglesia y a la iglesia católica. 

Y yo tengo que adherir a la persona de Jesús y adhiero a la iglesia porque es el cuerpo místico de Cristo. Por esto sería muy importante que cada uno de nosotros se pregunte qué grado de sentido de pertenencia tiene a la iglesia católica. Y aquí aparece otro tema que siempre es recurrente porque si hay algo que es preocupante es la división que hay entre los cristianos y la facilidad con que los cristianos católicos se cambian de camiseta. Van de un lado para otro, de una iglesia a otra, de una secta a otra. Y sin importarle demasiado, yo siempre le digo a la gente si van a irse a otra iglesia, avisan. Porque es por respeto a la comunidad que uno dice me voy. Jesús en su momento les dijo a los discípulos ustedes también quieren irse. Cuando había sucedido como un escándalo a raíz de que él se autoproclamaba como el pan de vida. Y comenzaron a irse varios. Y el Señor les dijo a los discípulos y a los apóstoles ustedes también quieren irse. Como diciéndoles no hay problema, somos libres y cada uno tiene que tomar la decisión. Pero yo si pertenezco a una comunidad tengo que por respeto a la comunidad decirle miren, estuve haciendo discernimiento y me voy. Porque creo que la fe proclamada, anunciada por aquella iglesia me convence más o lo que sea. Y de la misma manera cuando yo ingreso, reingreso a la iglesia católica, tengo que por respeto a la comunidad venir, pararme aquí y decirle a la comunidad he vuelto, me arrepiento de haberme ido, he vuelto. 

secta 5Septiembre es el mes en donde la iglesia invita a leer la Santa Biblia

Y esto es parte de la honestidad en la fe y que tiene que ver con esto de trabajar para Cristo o en contra de Cristo. Que el Señor nos ayude para que sepamos discernir cuáles son los valores del Evangelio y para que sepamos también fortalecer nuestro vínculo y nuestro sentido de pertenencia a Jesucristo. De manera que afirmando nuestra identidad tengamos la libertad para salir a profetizar porque todos somos profetas. Como decía Moisés, ojalá todos fueran profetas en el pueblo del Señor porque él les infunde su espíritu. Que así sea.

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