El uso de la “Rutina” en la vida de los niños

Cuando hablamos de rutina, hablamos en una conducta repetitiva de los hechos en la vida de un bebé y un niño o un menor. No debemos tener miedo a esta palabra, porque tiene muchos beneficios.

Una rutina correcta en un niño, permite prever lo que se puede venir en su vida, es decir, ellos se acostumbran a actividades y escenarios en sus vidas. Por ejemplo: cuando acostumbro a un niño a que por las noches toma su mamadera, lo baño, le lavo los dientes y se acuesta a dormir.

Esto además de una rutina, podemos decir que son buenas costumbres. Porque se higienizan y se familiarizan con eso, o se acuestan a dormir sin pañales, o si después de comer lo llevo al baño a que se siente, haga o no haga pis o caca, le genero un acostumbramiento en su cerebro, en su día a día.

Quizás al principio no haga necesidades o le cueste o “no haga caso” pero al cabo de un tiempo lo asimila, como dicen diversos estudios que una persona tarde entre 30 y 60 días en asimilar la repetición de una actividad como rutina en su vida, luego de eso tiempo, lo habremos conseguido.

Con los niños debemos ser pícaros y utilizar la rutina a nuestro favor, mucho más con la alimentación, pero… ¿cómo?

Es lógica: si al sentarme en la mesa lo primero que pongo es gaseosa en todos los vasos, el niño sabrá que lo primero que viene es la gaseosa, esto genera que luego el niño no coma y además, se consuma cantidad de azúcar y líquido que está hecho para ser adictivo, pero sí en cambio, pongo agua en la mesa, el niño tomará un poco (lo necesario) y esperará la comida para alimentarse como corresponde.

Entonces pasando en limpio, al generar la rutina, un día que no se laven los dientes los mismos niños nos harán recordar estas actividades previas a dormir. Entonces a las 11 o 12mas tardar el cerebro del niño comienza a apagarse porque sabe que es la hora de dormir, donde en esas 8 o 10 horas de descanso, es cuando verdaderamente se da el crecimiento en el niño y la recuperación del día en todo ser humano.

LIMPIAR LA BOCA AYUDA COMO RUTINA

Al bebé se le limpia la boca siempre, una o dos veces por día con una gasa húmeda se le limpia labios, paladar y lengua. Mucho más si toma leche de fórmula que deja algunas partículas. Luego le incorporamos con su crecimiento, el cepillo de dientes, le permitimos que se lave solo y al finalizar le ayudamos con el barrido, sin pasta porque no lo necesita. Esto es saludable, porque resulta amigable para toda su vida lavarse los dientes.

CONSECUENCIAS DE LA FALTA DE RUTINA

Cuando tenemos un niño que no está acostumbrado a comer sanamente, a dormir en horarios, a no lavarse los dientes o a bañarse, entonces resulta mucho más difícil y lleva mucho tiempo generar el cambio de rutina incorporando buenos hábitos.

Por eso por ejemplo, cuando un niño según lo recomendado va una vez al mes a control médico, cuando se siente mal o le pasa algo es muy normal ir al pediatra, es un excelente paciente y se mejora todo en su beneficio generando vínculo y confianza a la vez. Lo mismo pasa al ir al dentista, sabe que cada vez que va a un consultorio no es para un pinchazo sea por vacunas o alguna fiebre, por ejemplo.

O al ir a dormir, su cerebro sabe que tiene que descansar y no estar ansioso esperando seguir con una pantalla al frente sea teléfono o televisor. Y así un niño puede descansar, como así también toda su familia.

El niño con RUTINA se va ACOSTUMBRANDO, la rutina genera eso y tiene múltiples beneficios.

SITUACIONES QUE ANTES PARECÍAN RARAS, HOY SON MÁS COMUNES

Por ejemplo al ir a un cumpleañitos, muchos niños no comen las frituras tradicionales o al ver gaseosas de todos los colores, solo piden agua. Es una buena señal y pasa cada vez más, se está tomando mucha conciencia y eso es bueno. El niño no sufre, al contrario, crea buenos hábitos para su vida.

 

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25 de Mayo 191 Concepción Tucumán  

 

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