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“No confiamos en que venga de pronto una persona que nos resuelva los problemas. La esperanza está puesta en Dios”

Monseñor José Antonio Díaz, nos invita a reflexionar sobre la cercanía de Dios, quien escucha el sufrimiento de su pueblo y nos llama a la conversión.

RELIGION 24 de marzo de 2025Vientos Tucumanos NoticiasVientos Tucumanos Noticias
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El obispo José Antonio Díaz, celebró la Misa en este tercer domingo de cuaresma, en la Iglesia Catedral de la Diócesis

Homilía de Mons. José Antonio Díaz 

Queridos hermanos, en este tercer domingo de Cuaresma la Iglesia nos invita a reflexionar sobre, en primer lugar, sobre estos textos del Libro del Éxodo, en primer lugar, luego de la carta de Pablo a los cristianos de Corinto y el Evangelio de Lucas, y en el Libro del Éxodo se narra ese acontecimiento misterioso en el que Moisés, que estaba trabajando, llevando los animalitos de su suegro Getró, haciéndolos pasar por ahí, de pronto ve un fenómeno que le llama mucho la atención y que se trata de una zarza que estaba ardiendo pero no se consumía. Cuando él se acerca por curiosidad escucha la voz de Dios y luego se da cuenta de que está hablando con Dios y por eso se cubre el rostro para no ver a Dios porque temía morir seguramente. Y Dios, en primer lugar, le hace saber que él escuchó el sufrimiento de su pueblo. 

conversion"Nos aferramos a determinadas formas de vivir porque así siempre lo hicimos y porque nos da miedo cambiar"

Cuando el Señor vio que se apartaba del camino para mirar lo llamó y le dijo aquí quítate las sandalias porque el suelo que estás pisando es una tierra santa. Y luego se presenta diciéndole yo soy el Dios de tu padre, el Dios de Abram, el Dios de Isaac, el Dios de Jacob. Y le hace saber que he oído los gritos de dolor provocados por los capataces del pueblo de Egipto al pueblo de Israel. Por eso he bajado para librarlo del poder de los egipcios y llevarlo a una tierra que emana leche y miel. Este es un primer punto que creo yo es muy importante si queremos reflexionar en este año jubilar sobre la virtud de la esperanza, saber que Dios nos ama pero que no nos ama en la distancia, sino que es un Dios cercano, es un Dios que escucha a su pueblo, es un Dios que se aproxima y que baja y que interviene en la historia del pueblo de Israel. Y luego le indica cómo va a ser, tiene que ir a hablar con el faraón, tiene que decirle que va de parte del yo soy, es decir, Dios, que se define a sí mismo como aquel que es justamente porque no depende de nadie, sino que él es soberano y es el único que puede decir yo no he sido creado por nadie y sostiene todas las cosas. Y este camino que va a comenzar el pueblo de Israel a partir de esta iniciativa de Dios fue escrita como dice el texto de Pablo a los cristianos de Corinto para que nos sirviera de lección, toda una narración de lo que ha sucedido a lo largo del desierto y que bien puede ayudarnos a nosotros a reflexionar en este camino del año jubilar y de la cuaresma. 

En primer lugar, emprender el camino de liberación al principio puede llegar a ser muy entusiasmante pero ante las adversidades, ante los miedos que tenía el pueblo de Israel ellos preferían quedarse seguros a pesar de una situación de esclavitud. De hecho, eso aparece cuando les falta la comida, cuando les falta la bebida, cuando se cansan, tienen la sensación de que antes estaban mejor a pesar de que estaban en una situación de esclavitud. Y a veces a nosotros nos pasa un poco lo mismo, nos aferramos a determinadas formas de vivir porque así siempre lo hicimos y porque nos da miedo cambiar, nos da miedo modificar nuestras costumbres, nuestra mirada, nuestros pensamientos, nuestras perspectivas, nos da miedo porque en el fondo no sabemos ser libres porque para ser libres nos ha liberado Jesucristo y este camino de liberación implica lanzarnos a caminar, lanzarnos, lanzar las redes, navegar mar adentro y tener el coraje de predicar el evangelio a pesar de las situaciones de adversidad que nos toca. Y convertirnos implica renovarnos completamente. Por eso vale la pena pensarnos en este camino cuaresmal desde esa óptica de que necesitamos caminar a pesar de las adversidades y del cansancio, caminar a pesar de los obstáculos y seguir tirando hacia adelante como decimos normalmente a pesar de los apegos que nos tiran normalmente para atrás y que en esas búsquedas de seguridad nos impiden ir hacia adelante. 

conversion 1"Dios nos ama pero que no nos ama en la distancia, sino que es un Dios cercano, es un Dios que escucha a su pueblo, es un Dios que se aproxima"

En el evangelio que hemos escuchado de Lucas hay dos cosas que son muy interesantes. En primer lugar la urgencia de la conversión porque cuando le acercan a Jesús la noticia de esos galileos que habían muerto a causa de él y esos otros que habían muerto también por otro acontecimiento del derrumbe de una torre de Siloé, Jesús les dice a ver ustedes creen que esa gente le pasó eso porque eran más pecadores que los demás? Porque los judíos tenían esta conciencia de la retribución. En la vida te va a ir bien en la medida en que vos te portas bien. Entonces no concibo que me vaya mal si yo me porto bien. Y debería Dios recompensarme por el esfuerzo que yo estoy haciendo por ser bueno. Eso es cierto, pero también es cierto que los acontecimientos de la historia no preguntan si sos bueno o no tanto y si te portas bien o te portas mal. Suceden, ocurren. 

En Bahía Blanca seguramente había muchísima gente muy buena y hay  quizás otros que no son, no se portan del todo bien y sin embargo todos tuvieron que padecer las inundaciones. ¿Qué quiero decir con esto? En el mismo sentido de lo que Jesús indica, lo que importa es que si no nos convertimos nos pasará exactamente lo mismo. Esa advertencia que hace Jesús tiene mucho que ver con la urgencia de una sentida conversión, de una profunda conversión. Nosotros creemos que verdaderamente Dios mirará el esfuerzo de conversión de su pueblo como ha sucedido en muchas oportunidades a lo largo de la historia de la salvación. Dios miró el esfuerzo que hacía el pueblo por convertirse y no permitió su ruina. Pero por otro lado también, y esto nos ayuda mucho en la esperanza, aparece esta parábola de este hombre que tenía una higuera plantada en su viña, fue a buscar frutos, no los encontró y dijo al viñador hace tres años que vengo buscando frutos, no los encuentro, córtalo porque estamos desperdiciando espacio, tierra y demás. El cuidador le dice déjala todavía un año, yo voy a ablandar la tierra, me voy a poner las pilas, diríamos, la voy a cuidar, la voy a regar y si el año que viene no da fruto la vamos a cortar. Con lo cual está diciéndonos Dios nos da oportunidad, Dios nos abre a la esperanza a pesar de las dificultades que nosotros tenemos. Hay muchas personas que se quejan porque no pueden superar determinados vicios o determinadas costumbres y pierden la paciencia y dejan de poner el esfuerzo y se abandonan como diciendo yo con esto no puedo, que se encargue Dios. 

conversion 3"Convertirnos implica renovarnos completamente. Por eso vale la pena pensarnos en este camino cuaresmal"

Y uno puede conocer muchas personas que se han abandonado a sí mismas y ya no están poniendo el esfuerzo que hace falta para una auténtica conversión. El Señor nos invita a que tengamos esta paciencia también con nosotros mismos y con los demás, pero lo tenemos que plantear como una urgencia. Necesitamos hacer el esfuerzo por convertirnos y ayudándonos entre nosotros, empezando por cada familia, en cada barrio, en cada comunidad, ayudándonos a ser mejores y sin duda que esa será una muy buena contribución que los cristianos católicos podamos hacer a nuestra patria que está regada de casos de corrupción y que generan más desesperanza que esperanza. Pero la esperanza está puesta en nuestros corazones porque es el espíritu el que nos hace caminar, el que nos sostiene y en eso confiamos. No confiamos en que venga de pronto una persona que nos resuelva los problemas. La esperanza está puesta en Dios y Dios ya ha dado señales de su intervención en la historia. Por eso creemos, por eso anhelamos, por eso esperamos y por eso ponemos el esfuerzo por cambiar, por mejorar y que no da lo mismo para nosotros ser de una manera que de otra o acostumbrarnos a hacer siempre lo que hicimos desde una perspectiva egoísta o desde una forma de vivir no constructiva. Que este tiempo de la cuaresma y este año jubilar nos ayuden a entender este camino cuaresmal al modo como el pueblo de Israel lo vivió con sus más, con sus menos, pero sobre todo con el anhelo de llegar a la tierra prometida. La tierra prometida tiene que ver con Jesucristo resucitado. Por eso el domingo pasado contemplábamos a Jesucristo transfigurado. Que esa sea nuestra meta y que la Pascua nos encuentre con un corazón puro, con un corazón renovado, lleno de esperanza y dispuesto a seguir el camino que el Señor nos ha señalado.

 

 

 

 

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