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"Tenemos que aprender a ser cristianos, a ser más gente, no tengamos miedo Jesús está en nuestro corazón"

“Vengan a mi todos los que estén afligidos y agobiados yo los aliviare”, Mons. Melitón Chávez resaltó la riqueza del Evangelio de este domingo.

RELIGION 05 de julio de 2020 Vientos Tucumanos Noticias Vientos Tucumanos Noticias
Misa d
Mons. José Melitón Chávez - Obispo Diócesis de la Santísima Concepción

Partes de la homilía del Obispo de la Diócesis De La Santísima Concepción, José Melitón Chávez, en la Misa del domingo Televisada por Canal 5 de Súper Canal.

Este domingo podemos decir que tenemos un verdadero regalo en el Evangelio que corresponde al día de hoy, la palabra de Jesús tan cargada de sentimientos y de una clara respuesta a lo que siempre en la vida sucede, pero quizás sea también la experiencia común de todo este tiempo.

“Vengan a mí lo que estén afligidos y agobiados” un llamado tan universal de Jesús tan abierto, de manera que no hay ni otra condición para acercarse a Jesús que sea justamente este agobio, esta aflicción, que sea nuestro dolor en todas sus formas, esto es lo en cierta forma nos define ante Dios, cuanto valemos.

Misa b
Ese valor esta dado muchas veces por el sufrimiento, por el agobio, esto es lo debería en cierta forma hacernos como inclinar la cabeza, como reverenciando a una persona, no por lo que sabe, no por lo que tiene, ni por sus mismas virtudes, sino cuando sufres, que te pasa como estas, como están, ese es el valor.

Así Jesús caminó entre nosotros y por eso adherían a Jesús como un abrojo podríamos decir, quienes se le pegaban al Señor eran justamente todas aquellas personas que tenían dolencias físicas,  pero también espirituales, morales, que se sentían muchas veces lejos de Dios.

Ellos se sentían como que ya no tenían respuestas, estaban cansados, pero la presencia de Jesús cercana, humilde, compasiva, encarnando esto que ya estaba en el antiguo testamento. Ya lo decía el profeta Zacarías, “Alégrate mucho hijas de Sion, gózate hija de Jerusalén, mira a tu Rey que viene hacia ti, él es justo y victorioso pero es humilde y montado en un burrito” así como lo vimos el Domingo de Ramos.

Misa c
Nosotros tenemos la imagen de un Dios poderoso, un Dios que castiga, que nos tiene cortito, que nos está vigilando, tantas formas que hemos deformado el rostro verdadero de Dios. Jesús es paciente y humilde de corazón, que pasaba entre la gente y aquellos que justamente que se sentían totalmente afuera desahuciados, que pensaban que ya no había lugar para ellos en la mesa de Dios, ellos eran los que lo seguían a multitudes.

Mostro su verdad a los pequeños, no a los grandes, esto tiene que decirnos algo a nosotros, nosotros que también en estos tiempos difíciles buscamos para ver adonde esta la voz autorizada, donde está ese que sabe más que todos, donde está ese que puede más, el que tiene más poder político o más plata, y esa no es la opción de Dios.

Jesús ha venido a cambiar el mundo,  a darlo vuelta, eso que la misma Virgen dice en su canto “Derribo a los poderosos de su trono y elevo a los humildes, socorrió a los hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías”, ¿no nos dice nada eso?

Algunos hablan de pobrismo, como si fuera que la Iglesia elogia a la pobreza, ¡No señor!, no podemos elogiar la miseria, pero si amamos a las personas como lo hizo Jesús, Él no es un pobrista, Jesús es el Señor, ni pobrista, ni no pobrista.

Misa a
El que no se hace pequeño, no se humilla, no entrara en el reino de los cielos. Siempre la puerta es chiquita, tenemos que achicarnos. Cuantas cosas hacen conocer de Dios, solamente tenemos que achicarnos un poquito, por supuesto que está no es la receta del mundo, la recetan del mundo es “Guarda no te achiques que te van a pasar por encima” “siempre demuestra que podes” sin embargo Jesús nos elige, nos llama sobre todo cuando estamos necesitados, no tenemos que tenerle miedo  a la pequeñez a la humildad.

Tenemos que aprender a ser cristianos, a ser humanos, ser más gente, no tengamos miedo porque eso está en el corazón, Jesús está tu corazón, ese Jesús compasivo y humilde que abraza que da alivio, que perdona, que conforta, que consuela ese está en tu corazón y en mí corazón.

“Vengan a mi todos los que estén afligidos y agobiados yo los aliviare” aprendan de mí que soy manso y humilde de corazón y así encontrarán alivio. Esto es un regalo hermoso para nosotros. 

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