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Mons. Diaz: “De manera caprichosa Dios tiene que hacer lo que nosotros queremos, y nosotros no queremos hacer lo que Dios quiere”

El purpurado hablo sobre el día del párroco y la importancia de San Juan María Vianey como modelo para los sacerdotes y para todos los cristianos.

RELIGION 04 de agosto de 2023 Vientos Tucumanos Noticias Vientos Tucumanos Noticias
Mons. Diaz
Mons. José Diaz, resalto la figura de el Cura de Ars, San Juan Maria Vianney

Vientos: ¿Que nos puede decir del día del párroco y el día del sacerdote, recordando a Juan María Vianney?

 Mons. José Diaz:  A San Juan María Vianney y a todos los santos la oración con la cruz lo ayudaron a lograrlo, ¿No? En los momentos de dolor, en los momentos de sufrimiento, en lugar de renegar porque las cosas no van bien, hay que detenerse, hay que calmarse, serenarse, hacer silencio, descansar el propio interior, y Dios se va a encargar de irnos dando las luces necesarias para saber qué tenemos que hacer. Pero no renegar de las cosas que nos pasan, son las cruces cotidianas, que a veces son personas, a veces son circunstancias, acontecimientos adversos que necesitamos asumir, ¿No? Y ese es el camino, ese es el camino.

Vientos: por ahí uno como cristiano que se dice, mientras las cosas salen bien, uno va a la iglesia y demás, y está contento, pero cuando algo no te sale como uno quiere, como usted bien lo dijo, uno reniega y lo primero que dice Dios me está castigando

Mons. José Díaz: No, a veces nosotros creemos que de una manera caprichosa, que Dios tiene que hacer lo que nosotros queremos, y nosotros no queremos hacer lo que Dios quiere, y muchas veces nos alejamos de él justamente por esa especie de sensación de que Dios no me escucha, de que Dios no está, de que Dios no me quiere dar lo que yo le pido, y a veces necesitamos un poco de paciencia, porque las cosas que pedimos a veces no son convenientes, o el momento en el que lo pedimos no es conveniente, no es conveniente ahora, quizás sea más adelante, pero lo que cuenta es hacer lo que Jesús nos ha enseñado a rezar, en primer lugar, refiriéndonos a Dios como padre y a quien amamos mucho, pero padre no solo mío, sino padre nuestro, que vela por nuestros intereses.

San Juan María Vianney no solo ha sido párroco, ha sido sacerdote, y es un modelo de sobre todo un modelo en el confesionario, ¿No? Un hombre que, con mucha sabiduría, porque en realidad, a ver, San Juan María Vianney no es un hombre de muchas luces desde el punto de vista intelectual, pero sí de muchas luces desde el punto de vista de la santidad personal, y eso se irradia, y este hombre lo mandaron a un a un pueblito para que sea párroco que al principio de su vida tenía un ministerio no de párroco, sino de vicario, hasta que hacen parroquia a Ars, y lo mandan ahí.

Y él comienza simplemente a hacer sonar las campanas, a llamar a la gente, a confesar, y de a poco la gente fue atraída por la sabiduría que él manifestaba. En eso uno puede ver la diferencia que hay entre una sabiduría aplicada a la pastoral, y lo que es simplemente una erudición, ¿No? Él no era erudito para nada, pero sí tenía esta sabiduría que viene de Dios. Y eso la tenía en las espaldas interminables para ir a confesarse con él.

Vientos: ¿Cuáles son las siete peticiones, que realizamos al rezar el Padre Nuestro?

Mons. José Diaz: Santificado sea tu nombre (1), venga a nosotros tu reino (2), y que se haga tu voluntad en la tierra, como en el cielo (3), eso, esas tres primeras peticiones, cuando uno, si uno garantiza, mira el señor, yo lo uso, lo que quiero es que se haga tu voluntad, después yo expongo lo que tengo que exponer, pero en realidad, tengo que tener la paciencia necesaria para que Dios vaya armando las cosas de la manera que mejor convenga para nuestro bien y el bien de aquellas personas con las cuales vivimos.

Danos hoy nuestro pan de cada día (4), que es no solo el pan material, sino también es el pan eucarístico, perdona nuestras ofensas, como nosotros perdonamos a los que nos ofenden (5), que es la única intercesión que el señor aclara diciendo, porque si ustedes no perdonan de corazón a sus hermanos, tampoco el padre los perdonará a ustedes, es una petición que tenemos que pedir siempre para no estar de mal espíritu con nadie, y para tener las cuentas, diríamos, acomodadas, aclaradas, ¿no? Con esas deudas, pero son ofensas, en realidad, que a veces nos hicieron, o que nosotros hicimos.

No nos dejes caer en la tentación (6), es una petición constante, porque estamos siempre muy próximos a romper a veces con nuestro propósito, con nuestro amor a Dios, o caer en la infidelidad, la tentación es constante, y uno tiene que estar atento para no caer en tentación, y pedir la gracia, ¿no? Que, y líbranos del mal (7) , o del malo, líbranos de todo aquello que nos dañe espiritual, corporalmente, sobre todo el que nos libre de las insidias del demonio, ¿no? Que son que son muy astutas.

 

 

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